Industrias

Gran consumo

La irrupción del ecommerce hace que las empresas de gran consumo deban apostar por la digitalización y evolucionar a una estrategia de venta omnicanal, combinando las tiendas físicas con la venta online.

En el contexto actual de mercado, con la irrupción de las grandes plataformas digitales, las empresas de Gran Consumo han de apostar por colocar el servicio al cliente como gran valor añadido respecto a la competencia y trabajar estrategias multicanal que combinen la tienda física con las plataformas digitales.

Los hábitos de los clientes están en constante evolución, en los últimos tiempos los cambios se producen a mucha mayor velocidad. Las empresas deben reforzar el proceso creativo y la innovación, de este modo los fabricantes de alimentación, bebidas o cosméticos podrán diferenciarse y podrán mejorar la rentabilidad y sostener el crecimiento.

Adicionalmente se debe trabajar la excelencia en las operaciones. Todos estos cambios sociales, demográficos y en hábitos de consumo mencionado influyen principalmente en las industrias dedicadas a productos de Gran Consumo. Las empresas deben tener la suficiente flexibilidad para amoldar su producción a cambios significativos en la demanda, manteniendo la competitividad en los precios.

La distribución sigue siendo una de las claves de éxito de este sector, en el que la dureza de la competitividad obliga a los fabricantes y retailers a entenderse, extrayendo el máximo del valor del negocio. De ahí la importancia de optimizar los canales Horeca y explotar cualquier otro canal de distribución que permita mejorar el margen y contribuya a mantener las tasas de crecimiento.

En definitiva, los mercados evolucionan y las empresas que saben adaptarse optimizando al máximo su cadena de valor, reducen al mínimo sus errores. Nuestra experiencia colaborando con empresas del sector de Gran Consumo nos permite ayudar a impulsar la creación de valor en este tipo de compañías en diferentes áreas de negocio.

En estrategia enfocando los recursos en los productos o servicios de mayor valor añadido, aprovechando y detectando las oportunidades del mercado, las fortalezas de la compañía y las debilidades del sector.
En las operaciones, mejorando los procesos y operaciones de fabricación, planificación, inventarios y logística para aumentar su competitividad.

En marketing y comercial estudiando acciones que maximicen la extracción de valor de cada producto, maximizando la rentabilidad por cliente, incrementando la eficiencia y eficacia de la fuerza de ventas para mejorar el retorno del gasto comercial.

Y en la organización de la compañía adaptando la organización a las prioridades estratégicas y de negocio de cada empresa con modelos flexibles y adaptativos para hacer frente a los retos de una industria cambiante.

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