El COVID-19 y las restricciones de la desescalada amenazan el sector de la Hostelería y 900.000 empleos
A raíz de las inquietudes de varios clientes del sector de FMCG sobre el impacto de la crisis del COVID-19 desde una perspectiva de economía nacional, Foqus decidió realizar este estudio considerando también los efectos indirectos a otros sectores de la economía afectados por la caída de la hostelería. Estableciendo una colaboración con la Universidad de Valencia, hemos realizado un estudio del impacto a nivel de empleo en España (y a nivel CC.AA.) identificando diversos escenarios para los efectos del Plan de Desescalada.
La importancia de la hostelería
La crisis financiera supuso un duro golpe para la economía española en 2008. Adicionalmente, tuvo un efecto transformador, abandonando la dependencia del sector de la construcción. La hostelería fue uno de los salvavidas de la crisis y fue clave en la recuperación. En los últimos trece años la economía española se ha hecho más dependiente de la hostelería, pasando de 1,3 millones de empleos (un 6,8% del total) a 1,6 millones (un 8,5% del total) y creciendo un 3,9% anual de media desde 2012, donde se produjo un mínimo histórico. El peso en valor agregado, sin embargo, es menor, constituyendo el sector 129.500 millones de euros en 2019 y siendo un 5,8% del total de la economía.
Podemos concluir que es un sector importante para la economía y que dicha importancia es sobre todo a nivel de empleos.
El peso relativo y la sensibilidad a la hostelería es heterogéneo en el territorio nacional, tanto en tamaño como en proporción. En CCAA como Cataluña el sector tiene un gran tamaño, pero es de peso relativo al tratarse de economías más diversificadas. En otras como Canarias o Baleares, teniendo un menor tamaño, la importancia es mayor y por lo tanto mayor la dependencia.
Caída prevista
Los factores que afectan a la demanda de los clientes nacionales e internacionales son distintos. Al cliente nacional le afectan cuestiones como las restricciones de aforo de las fases de salida, la pérdida de confianza (y las medidas higiénico-sanitarias de los establecimientos) y la pérdida de liquidez y poder adquisitivo (alrededor de 4 millones de trabajadores han sufrido un ERTE). Al cliente internacional le afectan las restricciones de viajes entre países y el miedo a cancelaciones y rebrotes.
Con las medidas propuestas por el Gobierno y partiendo de unas hipótesis relativamente optimistas en cuanto a los efectos en el consumo y en el turismo de la crisis (la economía hostelera veraniega estará al 50% de capacidad del año 2019 y volverá a parámetros normales a partir de octubre), estimamos que la caída de producción del sector estaría en el entorno del 45% en 2020 (respecto a cifras de 2019) unos 54.500 millones de euros menor, lo que se traduciría en 550.000 empleos directos,
Afección de otras partes de la economía
Estas pérdidas afectarán a muchos otros sectores. Los efectos de las relaciones económicas no se circunscriben al sector en cuestión donde se producen sino que se difunden y multiplican a través de la economía.
Siguiendo una metodología internacionalmente aceptada para describir y modelizar las relaciones entre los sectores y estructuras de una economía que tiene su origen en los trabajos del premio Nobel de economía Wassily Leontieff, hemos calculado el impacto directo e indirecto que el deterioro de la hostelería tendría para el conjunto de la economía española. Pues bien, una caída de la producción del 45% supondría la pérdida de los mencionados 550.000 empleos directos en el sector de la Hostelería pero también otros 350.000 empleos indirectos en otros sectores de la economía, con un total de 900.000 en el conjunto de España. Esto supondría la pérdida del 5% del total de empleos que había en nuestro país en el escenario pre-crisis.
4 comunidades concentrarían el 60% del total de empleos perdidos
Casi el 60% de los puestos de trabajo se perderán en 4 comunidades: Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. Y casi el 70% si añadimos Canarias. Son las comunidades que más empleados tienen en el sector de la Hostelería.
Pero este efecto será especialmente grave en comunidades como Canarias o Baleares, que si bien son más pequeñas en números totales en comparación con Andalucía o Cataluña, el turismo tiene una mayor importancia en la economía, al existir menor diversificación. Las caídas que arroja el modelo podrían alcanzar a casi el 10% del total de empleos en Canarias y el 7% en las Baleares, teniendo en cuenta la hostelería (el impacto sería mayor si incluimos el total del turismo, que incluye otros sectores como ocio o transporte).
Otros escenarios
Hemos realizado un análisis de escenarios, mejorando y empeorando los escenarios de salida nacional e internacional.
Así pues, vemos que la caída del sector podría alcanzar el 56%, lo que supondrían un total de 1.100.000 empleos perdidos.
Medidas encaminadas a facilitar el acceso a la Hostelería podrían salvar más de 185.000 empleos
Sin embargo medidas agilizadoras y de flexibilidad para la desescalada (tanto para clientes nacionales como internacionales) podrían hacer pasar ese 45% de caída calculada a un 36%, salvando más de 180.000 empleos.
Ejemplos de medidas que facilitarían la recuperación son las modificaciones de algunas normas restrictivas, como no limitar los aforos sino garantizar el mantenimiento de las distancias de seguridad, agilizar la apertura al turismo internacional (con corredores verdes o medidas similares) y manteniendo estrictos controles y test de infectados y de temperaturas en los aeropuertos. A su vez, las empresas se beneficiarían de medidas fiscales como la reducción del IVA o facilitar el acceso al crédito.
Independientemente de todo esto, el panorama es duro y las empresas deben ir pensando en adaptar sus modelos de negocio a la nueva situación y en pensar en maneras para salvar lo máximo posible la temporada veraniega.