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Conclusiones para la Sanidad Privada del Barómetro del CIS. Análisis de una década.

El CIS publica todos los años 3 oleadas de su Barómetro Sanitario. En este análisis (2015-2024), hemos intentado recopilar algunas de las lecciones que podemos obtener desde la Sanidad Privada. La principal conclusión, que no sorprende a nadie, es que la Sanidad Pública atraviesa un periodo de valoración especialmente baja por parte de la ciudadanía y aunque algunos indicadores muestran clara preferencia por el traspaso a la privada, podría haber síntomas de agotamiento.

  • El NPS de la sanidad pública, -que indica la felicidad con la experiencia de marca-, es bajísimo, inaceptable para cualquier entidad privada que trabaja con objetivos de 80-90 (frente a -37 del SNS). Este indicador se encuentra en su peor momento de los últimos 10 años, si bien recientemente ha mejorado ligeramente. Los detractores van creciendo, lo que indica que sigue habiendo oportunidades para la Sanidad Privada.
  • Parece existir una sensación de cronificación del problema de las listas de espera, donde apenas un 9% de los encuestados percibe mejoría en los últimos 10 años. La percepción sobre este problema se ha deteriorado sensiblemente en los últimos dos años, donde solo un 7% cree que ha mejorado.
  • La evolución de las preferencias hacia la Sanidad Privada se ha mantenido estable en los dos últimos años, pero sigue en valores elevados:
    • Sorprende que casi el 40% de los encuestados, si pudieran elegir, se irían a la sanidad privada para ser atendido por un especialista. Este indicador se sitúa en el 30% para médicos de familia.
    • Se ha detenido la reducción de la preferencia por la sanidad privada en hospitalización y urgencias hasta el 21% y e 24% respectivamente.
  • En los últimos dos años, todos los indicadores muestran un traspaso de pacientes a la Sanidad Privada, a pesar de una caída de la frecuentación tras el COVID:
    • Acorde con las preferencias de los pacientes, las consultas al médico de cabecera en la Sanidad Privada prácticamente se han triplicado en un escenario post COVID-19 de fuerte reducción de la frecuentación.
    • Casi el 30% de los pacientes acudieron a la Sanidad Privada para consulta con el médico de cabecera o especialista, con un crecimiento anual del 1,1%.
    • Las Urgencias ya presentan frecuentaciones en la privada similares a las de antes de la pandemia (13,5%). En los dos últimos años, la frecuentación en la Sanidad Privada ha crecido a ritmos del 14% anual, mostrando un claro signo de congestión de los servicios públicos.
  • Entre el 3% y el 7% de los pacientes optan por la Sanidad Privada, se fugan, por la dificultad en la obtención de cita en la atención primaria. La evolución que muestran los resultados, si bien se han recogido solo durante 2024, podrían estar indicando un debilitamiento de la Sanidad Privada como alternativa a la Pública.
  • La tendencia en la preferencia por  la sanidad privada en el caso de poder elegir es muy estable en el médico de cabecera y en los especialistas. No obstante, ha decaído en los últimos 10 años para hospitalización y urgencias, lo que podría estar mostrando el camino de mejora a la Sanidad Privada.

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